jueves, 19 de abril de 2012

Facebook y su impacto en la Red


No seremos pocos los que hayamos visto la película dirigida por David Fincher La red social (The Social Network en su versión original), estrenada con gran éxito de crítica y público en 2010. En ella es posible ver el proceso que siguió la red social más conocida de la Red, Facebook, desde sus inicios hasta su encauzamiento como una de las webs más visitadas del ciberespacio.


Lo que en un principio fue un espacio en el que poder ver a las chicas que componían las diferentes hermandades de Harvard, se ha convertido a día de hoy en todo un fenómeno con millones de usuarios a lo largo y ancho del mundo.

Cabe preguntarse, ante el éxito de la web de Marc Zuckerberg, ¿qué es lo que ofrece esta página?
Una de sus máximas ventajas es el número de usuarios que la componen, 1.000 millones, lo que hace que sea un universo en sí misma en el que poder conocer a gente de cualquier parte del planeta desde nuestra casa.


Por otro lado, desde su lanzamiento ha estado en constante renovación, siéndole añadida multitud de nuevas aplicaciones que han hecho que en ella podamos llevar a cabo cientos de acciones: colgar y comentar fotos propias y de amigos, enlazar noticias, canciones y vídeos, asociarnos con otras personas con las que compartamos gustos similares, jugar, etc…

Las grandes empresas, conscientes del tirón de Facebook, no han querido desaprovechar la oportunidad de obtener su trozo del pastel y han desplegado toda su artillería en la web. Para poder promocionarse de una manera distinta y que llegue a todo el mundo, muchas de ellas han celebrado sugestivos concursos en los que el usuario puede ganar desde un viaje a las paradisíacas playas de Tailandia hasta un vale por valor de 3.000 euros para gastar en unos grandes almacenes.

Pero Facebook ha ido más allá, consiguiendo que sus usuarios vuelquen su vida en el perfil que poseen en la página: las imágenes de su último viaje, opiniones políticas, cantantes favoritos, estudios realizados, lugar de residencia, orientación sexual, persona con la que mantiene una relación, sus conexiones familiares, etc… Aunque es posible cerrar nuestra página personal para que sólo puedan acceder a ella las personas a las que aceptamos como amigos, todavía son muchos los que, por desconocimiento o inconsciencia, mantienen sus perfiles abiertos a cualquiera que desee acceder a ellos. Esto no sería un problema si no fuera porque más de uno y de dos han perdido sus trabajos por publicar lo que no debían en Facebook (fotos comprometedoras, comentarios insultando al jefe) o, lo que es peor, han sufrido acoso o algún robo por haber dado más información de la debida.

Vista de uno de los perfiles que conforman Facebook

Las redes sociales, de las que Facebook es el máximo exponente, incluso han creado ciertas pautas sociales. Al ser un escaparate con el que saciar las ansias de protagonismo y exhibicionismo de muchos, se han convertido en un escaparate de las vidas de sus usuarios, por no hablar de la necesidad creada por algunos de fotografiar cada salida que realizan para luego poder tener material que colgar en la web. Si antes apenas se veía alguna cámara en las discotecas, ahora se cuentan por cientos.

Facebook y sus “primas” (Tuenti, Twitter, Flickr) son un fenómeno relativamente reciente, por lo que todavía habrá que esperar para ver la verdadera magnitud del mismo, pero si algo queda claro es que han marcado un antes y después en la forma de comunicarse y de utilizar Internet.


A. Espejo Fernández

jueves, 5 de abril de 2012

Internet, tenemos un problema

Todos sabemos que Internet, a parte de las canciones de Justin Bieber, almacena muchos peligros. Es un medio en el que todos confiamos sin ser conscientes de sus amenazas o falta de seguridad. Pero como siempre, ya llega Sin Claqueta para abriros los ojos.

El Spam o correo basura es, sin duda, el mayor problema, siendo EE.UU su principal productor. A pesar de la existencia de numerosos filtros antispam, estos no son fiables al 100%. Otros correos que circulan masivamente por la red llegando a saturarla son los Hoax, en los que al final del mensaje se pide que se reenvíen mediante avisos, amenazas o chantajes. Más peligroso es el Phishing, pues a través de malas artimañas logran convencer al usuario para que introduzca sus datos bancarios. Nunca hay que introducir contraseñas ni estos datos en una página a la que te lleve un email.

Por otra parte encontramos los archiconocidos virus, pero, ¿los conocemos todos? Hay multitud de ellos, con capacidad de reproducirse y cada vez más dañinos. El más conocido es el Troyano, que entra de forma imofensiva en nuestro sistema y una vez dentro se hace con el control del mismo. Menos conocido es el Spyware, que sin e conocimiento del usuario se instalan en el sistema para obtener información, desde qué páginas web se visitan hasta los datos bancarios. 

Para hacer frente a estos riesgos, los usuarios cuentan con los antivirus, que monitorizan el sistema para impedir la entrada de virus y eliminar los existentes. A través de actualizaciones periódicas podemos mantener seguro nuestro equipo y nadar tranquilamente por la red. Además, podemos encontrar tanto antivirus comerciales como gratuitos.

Aún así y para garantizar una mayor seguridad, el sentido común no viene mal en estos casos. Es recomendable que el usuario cree contraseñas, que realice copias de seguridad periódicas de su disco duro y que haga un uso responsable de Internet, pues es un medio en el que estamos muy expuestos.

Troya ardió hace mucho. No dejemos que entre ninguna Helena a nuestro ordenador, o ya sabemos que llegarán los aqueos con sus caballo.


Víctor Morales Pérez