En Marzo del año que viene se cumplirá el cuarenta
aniversario de la salida del último marine
norteamericano de Vietnam, momento que escenificó la derrota de EEUU en la
guerra por la que llevaba casi una década enviando a la muerte a miles de
jóvenes (casi 60.000 soldados americanos murieron durante la contienda).
Este fracaso militar dejó en EEUU una honda
huella en todos los aspectos, tanto político (la forma en la que la primera
potencia participó posteriormente en conflictos armados cambió de manera
radical), como social (los excombatientes de Vietnam nunca recibieron los mismos honores que los
de la II Guerra Mundial, a pesar de ser cientos los monumentos levantados a la
gloria de los caídos y desaparecidos en el país asiático) y, cómo no,
artístico.
Monumento a los caídos durante la guerra de Vietnam, Washington D.C. |
Dentro de este último punto, las
manifestaciones fueron y han sido de todo tipo y orientación: fotografía,
pintura, literatura, música y, por supuesto, cine. Cinematográficamente
hablando, a excepción de algunos títulos, la mayoría de las películas que han
tratado el tema lo han hecho desde una óptica contraria a la guerra,
antibelicista e, incluso, antimilitar.
Cuatro de los largometrajes más alabados y conocidos
ambientados en Vietnam han sido, por
orden de aparición, Apocalypse now
(1979), Platoon (1986), La chaqueta metálica (1987) y Cuando éramos soldados (2002).
Las tres primeras, si en algo coinciden, es
en mostrar la guerra en toda su crudeza y sin reserva alguna: imágenes de los
excesos cometidos sobre la población civil, de las adicciones de los soldados a
las drogas, de las mujeres vietnamitas prostituidas para ofrecer sexo a
militares estadounidenses y, en definitiva, de las consecuencias humanas de la
guerra.
Protesta contra la participación de EEUU en el conflicto de Vietnam |
La cuarta, muy posterior a las otras tres, tiene
una lectura mucho más positiva y, más que una crítica al comportamiento de los
soldados o a la participación estadounidense en Vietnam, es un homenaje a los
que participaron en ella y al propio ejército norteamericano.
-Apocalypse
Now: Dirigida por Francis Ford Coppola y basada en la novela de Joseph
Conrad El corazón de las tinieblas. El
argumento gira en torno al capitán Willard (interpretado por Martin Sheen), al
cual se le encomienda la misión de encontrar y matar al coronel Kurtz, un
antiguo boina verde que se ha hecho con un ejército propio en Vietnam. Algunas
de las escenas más célebres son las de la selva vietnamita siendo bombardeada
con napalm, aquellas en las que aparece el coronel Kilgore (Robert Duvall) pronunciando
sus lapidarias frases y, en general, las de locura y violencia extrema en las
que son partícipes los protagonistas.
-Platoon:
Estuvo dirigida por Oliver Stone y fue la primera película de su trilogía sobre
Vietnam, una guerra en la que él mismo participó. El guión trata acerca del
recluta Chris Taylor (Charlie Sheen), enviado a Vietnam para unirse a un
pelotón de infantería en el que las luchas de poder entre dos mandos militares
están a la orden del día. El aspecto más sobresaliente del filme es el relato
que se hace del conocido como fragging,
es decir, el acabar con la vida de un compañero que pusiera en riesgo al grupo
o que demostrara incompetencia. Cada uno de los dos sargentos en conflicto
representa una posición antagónica, como es la maldad y la bondad: mientras uno
de los sargentos es un déspota inmoral, el segundo en cuestión intenta frenar
los excesos del primero. Nuevamente, se transmite el mensaje de la
irracionalidad de toda guerra y de denuncia de las atrocidades cometidas sobre
la población civil vietnamita por parte de los americanos.
-La
chaqueta metálica: En esta ocasión, la dirección recayó en Stanley Kubrick,
que se inspiró en el libro The
Short-Timers, escrito por Gustav Hasford. La trama se divide en dos partes
claramente diferenciadas: la primera de ellas se ambienta en un campamento en
el que los reclutas se preparan para ir al frente (en este sitio sufren todo
tipo de humillaciones y abusos antes de que se les considere auténticos
soldados) y la segunda en el propio frente en Vietnam, donde el protagonista
(Matthew Modine) cumple las funciones de periodista de guerra para una
publicación del Ejército (de nuevo abundan las escenas de comportamientos
abusivos y actitudes despiadadas entre
los militares para con el enemigo y entre ellos mismos, aunque no con la
crudeza de Platoon). La crítica de
esta obra cinematográfica, más que a la propia milicia, se dirige a la guerra,
que, según la imagen transmitida, es una sinrazón que deshumaniza a los que en
ella participan.
-Cuando
éramos soldados: También basada en un libro, en este caso We were soldiers once… and young, de
Harol Gregory Moore y Joseph L. Galloway, ambos testigos de los hechos
narrados, este filme lo dirigió Randall Wallace. El protagonista de esta cinta
es el teniente coronel Harold Gregory Moore (Mel Gibson), quien dirigirá a sus
hombres en la célebre batalla del valle
de la Drang, de la que salieron victoriosos los norteamericanos. Durante la
película, al contrario que en las otras tres producciones, los militares serán
mostrados como personajes valientes, nobles y entregados a una causa
justa. Además, el teniente coronel Moore
aparece como un hombre sensible con sus subordinados y dispuesto a protegerles.
Otro punto a remarcar es que los miembros del Viet Cong no son simples
objetivos a abatir, sino personas con nombres y apellidos que sufren y padecen
(en una escena aparece un norvietnamita escribiendo una carta a su novia con la
foto de ésta al lado), lo cual es toda una innovación respecto a anteriores
películas, más centradas en uno de los bandos.
Como se puede comprobar, los enfoques dados a
la guerra de Vietnam han oscilado desde los radicalmente opuestos a la guerra (Platoon y La chaqueta metálica) a los fervientemente partidarios de, si no
del propio envío de tropas, del papel jugado por el ejército estadounidense (Cuando éramos soldados), pasando por el
punto intermedio de aquellos que opinaron que los desmanes ocasionados por los
americanos fueron producto del propio ambiente bélico y la situación de tensión
(Apocalypse Now).
Un último punto interesante a analizar (a medio y largo plazo) es ver cómo ha tratado y cómo tratará el séptimo arte las dos guerras
en las que se embarcó EEUU en los primeros años de este siglo, Afganistán e
Iraq (ambas, por cierto, con consecuencias similares a la de Vietnam), teniendo
en cuenta el gran impacto y, en muchos casos, rechazo que han generado en el
seno de la sociedad estadounidense.
A. Espejo Fernández
Aquí vemos cómo el cine acerca la cultura y la historia al gran público.
ResponderEliminarPelículas que nos hacen pensar y nos ayudan a reflexionar sobre nuestro mundo. El cine no sólo está para entretener o distraer, también sirve para formar.
La guerra de Vietnam es sin duda uno de los conflictos más polémicos de nuestra historia más reciente, a pesar de lo cual a veces resulta bastante desconocido, sobre todo a este lado del charco. La gente no muestra interés y el cine, en este caso, nos acerca los hechos de forma llamativa y clara. Se agradece, sobre todo si se trata de diferentes ópticas como en el caso de las películas que has nombrado.
Cómo has indicado, tendremos que esperar para ver cómo el séptimo arte trata las guerras de Iraq y Afganistán.
Víctor Morales Pérez
Las guerras son lo peor con creces que puede realizar el ser humano,muchas veces (y me incluyo), no somos conscientes del dolor que los soldados y sobretodo los civiles pasan en los conflictos bélicos; gracias a estas películas podemos llegar a vislumbrar algo de esa realidad que ha estado presente y está en el mundo.
ResponderEliminarVictor comentaba que había que esperar para ver películas sobre la guerra de Irán y Afganistán, pero puedo dar un título la película "Brothers" del director Jim Sheridan que trata sobre la guerra de Afganistán, aunque no desde la óptica civil si no desde la óptica de uno de los marines estadounidenses llevados al conflicto.
También es interesante ver películas sobre otros conflictos, como la Primera Guerra Mundial o la Segunda,con estas películas quizá podamos concienciarnos de lo horribles que son estas situaciones y algún día esperemos que no lleguen a producirse.
Inés García Maturana.
Me ha gustado que nombres el sufrimiento que padecen los soldados durante las guerras, ya que pocas veces aparece en películas.
EliminarNo sé qué pensareis vosotros, pero en muchas ocasiones me da la sensación de que este tipo de producciones se guían por tópicos e imágenes casi estereotipadas.
A. Espejo Fernández
Buena mención a Apocalypse Now, sin duda una película brillante. Me quedo con la banda sonara, con ese Wagner crispado que pone la emoción al descenso de los helicópteros. Espectacular.
ResponderEliminarOs dejo el link: http://www.youtube.com/watch?v=Ri4yqLtHAk4
Paloma Martín-Esperanza Montilla
Me parece perfecto el recorrido que has hecho del cine en relación con la guerra de Vietnam. Es a través de películas así como realmente se vuelve sencillo demostrar la verdadera importancia del cine como elemento informativo.
ResponderEliminarAlba Expósito
Es muy interesante todo el recorrido que has hecho por el cine bélico de la Guerra de Vietnam. No he tenido la oportunidad de ver todas las que describes, pero de las que aquí aparecen sin duda Apocalypse Now es espectacular. Es una obra completa, difícil, y determinante en la carrera de Coppola.
ResponderEliminarEs una obra maestra llena de secuencias que quedarán en la memoria de todos. Además de una película bélica, considero que es un thriller psicológico, que ahonda en como afecta en las personas el horror de la guerra.
La vida pierde su valor, y todos los valores que los soldados tienen en sus casas, en su país, se pierden en una situación de guerra. Toda lógica se pierde, y da paso a la locura.
Os dejo el fragmento en el que el Séptimo de Caballería ataca a una aldea vietnamita con la mítica cabalgata de las Walkyrias de Wagner
http://www.youtube.com/watch?v=Gz3Cc7wlfkI&feature=related
Cristina Rodríguez Martín